Cuando compramos una computadora nueva o instalamos Windows desde cero, la computadora funciona perfectamente, sin errores y muy rápido. Sin embargo, con el paso del tiempo se perdió fluidez y empezaron a aparecer errores. Cuando esto sucede, la única salida suele ser formatear. Sin embargo, realizando un mantenimiento adecuado, evitaremos todos estos problemas y nos aseguraremos de que el PC funcione con normalidad como el primer día.